Es el mismo cielo el que nos cubre Guardando nuestros deseos, Tan íntimos, tan bellos; etéreos… Que la distancia, cruel, encubre Es bajo las hojas de octubre Donde reposará este legado, Allá anidará aletargado Hasta que el viento el viento lucubre Qué injusto es saber: Que nuestros labios quedan sin beso, ¡que aún de tus ojos me embeleso! Y sin embargo ya es ayer, y sin embargo ya es ayer Qué injusto es desear renovar nuestro destino Pintarle orlas de platino a una obra aún sin crear Ahora me absorbe la ciudad Y siendo el mismo cielo el que tu miras, Siendo el mismo cofre por el que suspiras El olvido no tiene piedad, el olvido no tiene piedad, Y me olvidarás... Quizás. (Ana López,2011)

Me alcanza: el sabor cercano de ese café, se emulsiona con mi deseo de escribir, y el desarrollo extraño de mis sentimientos. Siento: mi corazón como late urgente, deseoso de declarar, tantas formas… Formas: que tienen que ser anónimas, porque yo lo decido así, porque mi alma lo reclama así, Puede: que me convierta en un ser peregrino, caminando por desiertos, llenos de secretos, con sueños inconcretos; que cada noche me atacan. Sin piedad: los recuerdos me rodean, me dejan apresada. En una vida moribunda, asesinaría el pasado, con el cuchillo del ahora, para dejar limpio el mañana. El tiempo: Sí, me obsesiona el tiempo, tan rápido, tan lento, siempre cruel… Me acaricia: la esencia de ese café, lo tomaré despacio, - ya estará frío; como mi hacer- mas no como mi sentir, que inunda todo mi espacio. (Ana López, Mayo 2011)

Me sumerjo en los ahora, para no ahogarme en los luego, escudriño los siempre, para no trabajar el ayer. Se deshacen en mis manos los instantes, y se cuelan por mis dedos; por mis miedos: Para no dejarme los recuerdos y nublar mis pensamientos. Pasa tan rápido la vida, que de vivirla no me da tiempo; Y se burlan de mi las almas, que inmortales me despeinan. No tener fe es difícil, es más arduo que tenerla, pues creer calma el alma de los desasosiegos que se acumulan en ella. (©Ana López, 2011)

Se me está muriendo la sombra aturdida, Tantos años sabiendo, tantos nutrida, curtida De fantasmas y miedos. Ahora el sol caldeará mi cuerpo frío, mis credos, Y mi libertad avivará las aguas de mi río, Mis cielos, mis montañas; a ellos les sonrío. Y tendrás tú la culpa: poesía, que me permites deshacer, Los nudos urdidos cada día, las cadenas forjadas en mi ser. Pues se me muere la sombra, ya talo el árbol herido, Ya desgarro la sutil blonda, que trabajé para mi destino. Están agonizando los temores, yo que los tenía tan cuidados, Mas no les llevaré flores, cuando queden enterrados. En sus hojas el tiempo se detiene, y el verdor se torna ocre, lila… Y aún velo el aire que me retiene de no avivar su huída, Con miedo, con tiento, por si se hiende la última rama viva. Se me muere la sombra, perece, ya se cuela luz por la penumbra, Ya por fin en mi vida amanece. ©Ana López, 2011.

Busco un titular que alumbre este dia que amenaza con su gris nubarrón busco un titular que contenga tu nombre junto con el mío y la palabra amor. Busco una línea para poner debajo ella y el o el y ella van a empezar una relación tan perfecta que parece imposible de encontrar Y en la foto que acompaña al texto dos caras de tontos sonreirán tu y yo y los flashes tu y yo y la clase de miradas que definen la felicidad Porque busco poder levantarme busco la certeza de saber que te voy a encontrar Busco un banco en un parque urbano bajo unos álamos bajo su tranquilidad para poder sentarme a tu lado y cogerte la mano con suavidad Y decirte todas esas cosas bellas que mi alma guarda con fervor con temor de que se marchiten con el tiempo victimas de un falso pudor Y en ese parque habrá niños pequeños con sus mamás de baja por maternidad y tu mejilla será la pista donde bailaran mis dedos la dulce danza de volver a acariciar, de volver a empezar. Busco un micrófono conectado a tu oído donde mi boca vaya a depositar todos los suspiros (ay) y los silencios... que no se pueden que no se dejan plasmar si no es sobre ti, o bajo de ti a tu alrededor o contigo o dentro de ti. (Luis Camilo Crespo, agosto 2011)

Miénteme Dime solo lo que quiero oir Vierte miel en lo que vas a decirme A susurrarme al oido. Prométeme Aunque sepas que no vas a cumplir Que luego tendrás que contradecirte Mienteme ahora, por favor. No me digas que me serás infiel Y que a veces gritarás y gritaré No me digas que saldrás dando un portazo Y que dormiremos sin mirarnos Porque sé que la vida no es fácil Que a veces llueve pero luego escampa Solo me importa que nunca dudes De lo que una tarde nos dijimos tan en serio Aunque llueva aunque suene el trueno nos queremos De lo que te quiero de lo que te quiero De lo que te quiero y tú a mí Asegúrame Que todo saldrá siempre bien Que la vida sólo nos dará alegrías Llenas de momentos para recordar. Porque sé que lo que importa lo tengo Que tengo tu mano cogiendo a la mía Tengo tus ojos que no me sueltan Y lo que una tarde nos dijimos tan en serio Aunque llueva aunque suene el trueno nos queremos Y lo que te quiero y lo que te quiero Y lo que te quiero y tú a mí (Camilo Crespo 2010-05-14)

Es un misterio como llegamos a saber Que lo que un día creímos amor nunca lo fue Que aunque hubo pistas, no las quisimos ver Y hoy ya es tarde para buscarnos un porqué En la arrogancia de aquella infancia matrimonial Creímos que todo se reducía a desear Sin darnos cuenta, echábamos palas de cal Intentando ocultar la realidad Que lo que llamábamos amor pues no lo fue Fue aminorar la soledad del corazón Que lo que llamábamos madurez pues no lo fue Fue un intento de encontrar algo de amor Sin conseguirlo, sin conseguirlo Y no lo vimos o no quisimos Y nos mentimos como dos niños Que no admiten que están perdidos. Tu boquita de rosa entre la bruma se perdió Y mi traje de chistoso hace tiempo se pudrió Hoy nos miramos y preguntamos que nos pasó Dónde se fue aquella luz que nos cautivó Pero de nada serviría lamentar Lo que tuvimos y perdimos tiempo atrás Porque la vida nos ha dado mucho más De lo que en principio podríamos esperar Sin advertirnos, sin redimirnos Y aunque heridos y algo perdidos Aun nos sentimos que estamos vivos Y es cosa nuestra llorar los años o vivirlos (Camilo Crespo 3/3/2010)

Nadie como yo te sabe hacer café Nadie lo prepara igual cada mañana, tú lo sabes bien Nadie como yo sabe recoger Tus pedacitos al acabar la jornada y te vuelve a componer Solo yo te abro así de bien la puerta Solo yo te cedo el paso como se le cede a una reina Y solo yo te digo que eres la más bella Que eres la guapa y la que mas vale de toda la empresa Pero los días no han dejado de pasar Y las noches y no se va este malestar Esta rara sensación de que toda mi ilusión Desembocará en una única verdad: Mis sueños no cumplirás y el puesto no me darás Aunque seas ya mi dueña no me harás ver las estrellas Ya nunca seré tu nene solo seré un pringao mas Solo un escalón para tu escalafón solo un memo mas Y es que alguna vez tú me has sonreído de tal forma Que he pensado la tengo en el bote y si quiero esto acaba en boda Y en las reuniones ante los presentes Quedaba patente que me ves brillante, que me ves sagaz e inteligente Y me pregunto a qué tanto esperar Para confirmarme como tu chico especial Porque tengo la sensación de que toda mi ilusión Desembocará en una única verdad... Mis sueños no cumplirás y el puesto no me darás Aunque seas ya mi dueña no me harás ver las estrellas Ya nunca seré tu nene solo seré un pringao mas Solo un escalón para tu escalafón solo un memo mas (Camilo Crespo 2011-03-04)

Con esa cara de perro que se gasta A mi es que no me extraña Que cuando vaya de reyes se lleve Los juguetes rotos a casa Va Vd. tan de agraviado y ofendido Que su mirada solo se para En papeleras rotas, botellas tiradas, Cacas de perro horteras y macarras. Pero claro si lleva meses esperando Un empleo aunque sea en precario Y tiene un amigo empresario Que busca un crédito desesperado Y en la tele un ministro va sopesando Que es lo que le saldrá más caro Y allá en lo alto un broker espera agazapado Para comerse ministro, empresario y parado Y si es navidad porque es navidad Y si es verano porque es verano Da lo mismo que haga frío o calor El mercado sacrosanto Regulará la presión Sonría por favor, haga un derroche Respire hondo, no se me afloje No sea malo, no sea perro Piense que así estará todo el día mas contento El periódico dice que han encontrado A otro político imputado Otro que se creía a salvo Tras haber vendido favores a destajo Si es decente tendrá que dejar el cargo Pero si no es así ya verá Cuando pase la tormenta volverá a ser candidato Y seguro que saldrá reelegido para el cargo. (Noviembre 2011)

enamoro del viento Y me enamoro de ti, viento, mientras juegas feliz con mis cabellos, cubriéndome con ellos los ojos, para no dejar ver mi lamento. Carrusel de caballitos girando, gira y gira en la misma dirección, rugiendo su motor la vida, sin osar detenerse. Golpea la cuerda el suelo, levantando hojarasca vieja y polvo. La pequeña mueve el cuerpo al mismo ritmo, para poder atravesar el vacío y comenzar a saltar: ¡pam, pam, pam!... "a la hoja, hoja verde, a la hoja de laurel, de laurel...". Pero se enreda pies, hoja, cuerda, vacío, soplo, desplomando su pequeño cuerpo. Ya no está la chiquilla, ya se perdió en la existencia. ¡Ay! no puedo contigo vida... tu ritmo es rápido, yo desatinadamente tardía. Advierto que tan sólo quieres clavarme punzones helados que penden de ti. Chuzos que en su lento deshacer gotean dolor, como fluía la sangre de aquella muchacha en su herida. En una realidad difuminada... no puedo contigo vida amada. Sin embargo pararía el momento... Sólo, tan sólo un instante para hablarte. Para confesarte mi lugar en el cielo. Para susurrarte cuál es mi parte en el universo. Mas tu rechazo de tiempo me deja sin aliento, y las estrellas se funden para que me pierda en un cofre concebido de ilusiones inútiles. Cargado de amores dolientes, henchido de errores malditos. Lamentando la espera del "Sí", en una autocompasión absurda. Y me enamoro de ti, viento, mientras juegas feliz con mis cabellos, cubriéndome con ellos los ojos, para no dejar ver mi lamento. En una realidad difuminada... no puedo contigo amada vida, tu ritmo es rápido, yo desatinadamente tardía. Rompes mi sueño. Mi amor celoso guardado. A la espera de poder ver más allá con la furia del desbocado, aceptando tus dolorosos golpes. Si, yo comprendo. ¡Ah! espíritu cruel que me rescatas de nuevo, reavivando el sueño...: "pam, pam, pam..." Con el mismo ritmo, con el mismo compás a destiempo, continúa interminable carrusel, incansable melancolía. Y el por qué yo, irremediablemente, me enamoro del aire, me seduce el viento. Y me enamoro de ti, viento, mientras juegas feliz con mis cabellos, cubriéndome con ellos los ojos, para no dejar ver mi lamento. En una realidad difuminada... no puedo contigo amada vida, tu ritmo es rápido, yo desatinadamente tardía. Desgarrándome el sueño, ¿por qué?, si eres tú mi dueño. Respondes silencio a mi ruego... ...de que con la vida ya no puedo. (Ana López, Enero 2003)